Mi muerte no tendrá sentido más que el mismo sentimiento del todo, mas nadie cree en ello de verdad. Nadie siente el todo cómo yo, nada de nada de nadie de nunca. Mi todo, mis cosas, mi ser, ¿qué será de mí si nadie me conoce? ¿Qué será de mí si nunca supe conocer? Y mi vida probablemente no servirá de nada, yo que solo quise contar una historia. Ni mi pelo, ni mi estatus, ni mi ropa, ni mis gustos soy yo; pero el camino en libertad es muy solitario. El mundo es poesía, historias, solo porque existen más cosas aparte de mí. Y no es narsicismo, justificación. Es el hecho de que mi cabeza está pegada a mis hombros, y que no tengo más de una. Claro que recuerdo a la gente, y esperaría que también me recordaran a mí. La vida en libertad es un camino muy solitario. La indiferencia por parte del mundo será recurrente a menos que le pongas un moño y digas que es la mejor cosa, solo así se voltearán; así que, ¿por qué molestarse en hacer algo? |